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El país disfrutó un fin de semana cargado de expresiones artísticas y culturales y las artes escénicas también tuvieron su espacio con esta versión número 27 del Festival de Mujeres en Escena por la Paz, donde se habló de paz y reconciliación desde el arte y con una mirada de género.

El Festival de Mujeres en Escena por la Paz es un espacio de encuentro y de reflexión, en donde la diversidad, las artes,  la expresión de género y la  reconciliación, adquieren un sentido protagónico y necesario para entender por qué la paz, debe navegar sobre notas musicales, sobre versos y palabras;  sobre el cuerpo y sus movimientos que expresa y cuenta quiénes somos y qué queremos, nos conecta con el dolor y la resistencia, nos muestra el país del olvido y  la importancia de la verdad.

Este año como ha sido costumbre en los últimos años,  la Corporación Colombiana de Teatro con el apoyo del Ministerio de Cultura, FOKUS, Confiar, y Mujeres por la Paz, incluyó en su programación el 3er Encuentro Nacional Mujeres por la Paz, “la paz con mirada de mujer”, con la participación de delegadas regionales y distritales que han venido trabajando desde hace 6 años tejiendo alianzas por la paz de Colombia y el Encuentro Polifónico Mujeres, Paz, Reconciliación y Convivencia, una jornada de reflexión en torno a dos temas: El papel de las mujeres en la construcción de escenarios de paz y las mujeres y el territorio. Dos momentos únicos y de gran trascendencia en la actual situación del país y de una sociedad que  irremediablemente tendrá que acostumbrarse a interactuar con los otros, dejar de lado los egos y anteponer los acuerdos y su implementación, superar la exclusión y la inequidad.

Este es un Festival que no solo invita al entretenimiento, sino que propone espacios de reflexión en torno a la paz. Entender que pasar de una cultura de la muerte, a una cultura de la vida y la esperanza, es responsabilidad de todos, pero principalmente de las mujeres, porque esta acción compromete la emoción y la afectividad, porque las mujeres juegan un rol preponderante en este tránsito, en este camino de reconstrucción del tejido social. Según Patricia Ariza, directora de la Corporación Colombiana de Teatro y activista política,  “algo está pasando en la cultura, la práctica política está desechando la cultura y esto tiene que ver con la manera de ser de los pueblos y con la respuesta que los pueblos son capaces de darle a la crisis. Por eso es importante trabajar desde la emoción de la gente, en los pensamientos y las mujeres estamos condicionadas para trabajar en el afecto y en los sentimientos”.

Más de 20 funciones en 10 escenarios de la ciudad y con entrada gratuita, hacen de este un Festival festivo y popular,  que durante 27 años se ha enfocado en la mujer como arte y parte de la realidad del país. Impactantes montajes como Antígonas, Tribunal de Mujeres, creación colectiva dirigida por Carlos Satizabal, “La Maestra”, monólogo dirigido y actuado por Beatriz Monsalve,  exalta la valentía y sacrificio de cientos de educadores y educadoras, que en cada rincón del territorio colombiano, han sido víctimas de la violencia y el abandono de las instituciones. “El Problema del Mal”, obra dirigida por Adela Donadío basada en un capítulo de la novela ‘Elizabeth Costello’, escrita por el novelista J. M. Coetzee,  plantea los dilemas éticos de una escritora. El grupo de teatro La Antiliga, de Medellín, con “Falso + Positivo”, obra dirigida por Claudia Garcés, una puesta en escena desgarradora, que transita hábilmente del drama al humor y lleva al espectador a percibir por unos cuantos minutos el dolor y la angustia que por años padecen miles de familias colombianas, víctimas de uno de los flagelos más cruentos de nuestra historia, las ejecuciones extrajudiciales.

 Un Festival en dónde los niños y las niñas también tuvieron su espacio, con obras como “Pinocho” del colectivo Mukashi Mukashi, bajo la dirección de Fabiana Medina y la “Princesa Filomena” La historia de una princesa que se cambió de cuento, dirección y dramaturgia de Javier Montoya. Obras nacionales y distritales como: “Manuela no viene esta noche”, “La guerra no tiene rostro de mujer”, “Mariela perdona”, “La caída de las águilas”, “Madre coraje”, “Bosquejos incultos”, son montajes escénicos que nos invitan a no olvidar, a conocer y entender nuestro pasado, nuestro vivir y nuestro actuar, para poder entender, cambiar y re construir.  

En esta versión número 27, el Festival contó con la participación por segunda vez, de la directora y dramaturga de Corea del Sur, Ju Hye Ja, que con 12 actores coreanos y 2 colombianos, puso en escena la obra “El diario de una joven llamada Ana Frank”, el mundo de una joven que se niega a perder sus sueños y sus esperanzas, incluso en la profunda oscuridad de la sociedad Nazi.              

El país durante este puente festivo del 20 de agosto vibró con rock, gastronomía, música, folclor, cometas, pero también con arte escénico, con teatro, danza, poesía, música y género, fueron 5 días de Festival en 10 escenarios con asistencia masiva, salas llenas y entusiasmo total de la ciudadanía por ser parte de este gran encuentro. Algo está pasando, el despertar está por venir y estas actividades definitivamente resaltan el compromiso y apuesta que desde las artes, se tiene con la construcción de un mejor país.